Técnica en aguas bravas




Pues si... con la emoción me apunté a venir al curso de técnica en aguas bravas, que evidentemente se debe hacer en 'aguas calmas'. No sabía ni quien iba, ni en que consistía, ni nada de nada... solo había visto a May haciendo sus 'acrobacias' y sabía que me gustaría, aunque sinceramente, pensé que lo pasaría mal.

El viernes descansé de la piragüa y aproveché para irme de cervecillas, me acosté bastante tarde y me levanté a eso de las 6:30 para ir a despedir a los de la Expedición al Kazbek. Fotillos del momento y una despedida rápida que el tiempo vuela y el ave también :D.

Había quedado para ir al curso de aguas bravas en el club a eso de las 11, así que desayuné con el resto de gente que vino a despedir a la expedición y cuando volví a casa me tiré una horilla en la cama... cuando tengo sueño no me resigno, no puedo, mi cuerpo tiende a aprovechar la más mínima oportunidad para echarse a dormir.

De nuevo llegada la hora preparo las cosas y tira que te va otra vez al río. Allí hay gente que no es de nuestro curso y unos cuantos que si lo son. Viendo que no ha venido ninguna mujer me pregunto... qué hago aquí con lo miedosa que soy?... para que meto yo en estos berenjenales?, a lo hecho, pecho. Pues nada a preparar todos los enseres para empezar. Esta vez nos colocamos un cubre de neopreno que se ajusta con más fuerza a la piragüa, pero hay que tener en cuenta que si volcamos tendremos que tirar primero de él hacia delante para poder sacarlo.

La idea del curso es enseñarte a manejar la piragüa en lugares donde el agua no está mansa. La peor postura en la que puedes encontrarte es bocabajo, así que hay que aprender a darse la vuelta rápidamente, que es lo que se denomina esquimotear, cosa que se puede apreciar en el vídeo.



Para conseguir esto se empieza poco a poco. Al principio apoyados sobre el pantalán aprendemos el movimiento de caderas que hará girar la piragüa para sacarnos del agua. Luego el ejercicio es el mismo pero apoyados sobre la piragüa del compañero. Aún no hemos metido el cuerpo entero en el agua, tan sólo estamos girando las caderas, pero ahora viene lo bueno... Toca darse la vuelta completa y salir apoyandote en la piragüa del compañero. Sicológicamente esto es brutal, sabes que te vas a dar la vuelta completa y que para salir tendrás que hacer un movimiento de caderas nada intuitivo por ahora para tu cuerpo. Sabiendo, claro está, que en cualquier momento si te agobias tiras del cubre y a vaciar la piragüa en el pantalán para seguir practicando. Pues nada, adelante con el ejercicio. Me meto bajo el agua y el instinto es intentar salir moviendo el tronco, evidentemente no es posible. No sale. Con nervios no vamos a ningún lado, estoy debajo del agua pero me paro a pensar unos segudos en las indicaciones de May... Cuerpo pegado a la popa y giro de caderas, ahora si ;)

El siguiente paso es hacerlo apoyándonos en unas palas cuyos extremos están rodeados de corcho. El código es que si no podemos salir apoyándonos en las palas debemos dar dos golpes en el casco y en ese momento May o alguien acercará la embarcación para que nos apoyemos en ella para salir.

Empiezo a intentarlo y me va saliendo todo bastante bien, May no deja de repetir que lo hago con mucha calma y que me sale un movimiento muy dulce, lo cual me anima mucho.

Una de las veces intento salir y no puedo me agobio y aunque golpeo dos veces sobre el casco no consigo cogerme a la piragüa de May, sigo empecinada en darme la vuelta sin salir de la piragüa, hasta que llega un momento en que me digo... Pero qué haces, gilipollas? Tira del cubre!! y así lo hago aunque con el agobio me cuesta darme cuenta que para quitarlo había que echarlo hacia delante y salgo con algo de apuro. Al final, fuera de la piragüa, a vaciarla y a seguir intentándolo.

A partir de aquí me ha quedado claro, lo intento un par de veces y si no me da tiempo golpeo el casco dos veces para tomar de apoyo la piragüa de May.

Por fin el último paso, esto da un poco más de desconfianza, ya que hay que intentarlo con la única ayuda de la pala. Me sale!! Lo sigo intentando y May me advierte que primero te sale y que luego no te sale y así sucede aunque ya no me agobia. Lo hago tal y como he dicho y sobre todo pensando las cosas debajo del agua.

Lo que se va consiguiendo con todo esto es que tus caderas se acostumbren a hacer el movimiento y que te acostumbres a apoyarte cada vez menos con tus brazos.

Este esquimoteo sólo nos servirá para darnos la vuelta cuando estemos bocabajo sin necesidad de salir de la piragüa.

El último ejercicio es quitándonos el cubre, llenando la piragüa de agua y comprobando que aún así no se hunde, hemos de dar la vuelta con ella usando tan solo las caderas, sin ningún apoyo más. A continuación botellín de cerveza y una vez que nos lo bebemos hemos de dar una última vuelta para sacar el botellín lleno de agua.

Hasta aquí el curso de aguas bravas, lo he pasado como los indios ;)

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