Libro de la felicidad

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En realidad no es ninguna proeza, es sólo aprender a disfrutar de los pequeños detalles...




rico, rico...

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Esta mañana cuando he llegado al trabajo estaba muy hambrienta y de casualidad he encontrado un pastelillo que la semana pasada Carmen me obligó a quedarme. En ese momento yo no lo quería porque la verdad ni siquiera me había gustado demasiado, pero esta mañana me ha sabido a gloria.

Y es que está claro, las cosas no suceden cuando uno quiere, sino que las cosas son cuando tienen que ser.

Leona de las nieves

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Llevábamos tiempo diciendo de subir a hacer noche en el Mulhacén, más o menos desde junio pero la fecha no terminó de cuajar hasta el pasado fin de semana del 4 y 5 de septiembre. Yo tenía muchas ganas y por fin iba a conocer en primera persona todos los pasos, refugios y otros lugares que tanto había escuchado mentar a la gente del club.

Al final nos juntamos para subir 8 y 2 novatas en esto de hacer cumbres, Mari Carmen y yo. El sábado por la mañana nos levantamos temprano, paramos el viernes por la noche en casa de Eva y David, y toca revisión de mochilas y adecuación todas las cosas que teníamos que llevar dentro de las mismas. Todo aquel que me conozca sabe que odio hacer maletas, y lo de enjaretar mochilas no es una excepción. El problema es que me llevo lo mismo para un fin de semana que para una semana entera... :S. Al lío, al final hice mala elección, tenía que haber cogido la mochila grande en vez de la de 30 litros que me llevé. Resultado, he de sujetar el saco fuera de la mochila, y cuando ésta no tiene un sitio adecuado pues cabe la posibilidad de que se mueva o que haya que estar recolocando las cosas cada cierto tiempo.

Ya compuestos salimos para desayunar allí mismo en Güejar Sierra, por cierto las mejores tostada que recuerdo en mucho tiempo, y a eso de las 9 más o menos, nos vemos con Joseval y JoseLuis en La Hoya de la Mora (diossss, tanto tiempo escuchando hablar de la Hoya de la Mora y ahora estaba allí!! jejeje). Ellos se han levantado pronto y han salido desde Sevilla.

Comenzamos a andar en los 2.500 metros y ya noto una sensación familiar, son los efectos de la altura, una se nota más fatigada de la cuenta y es como si te oprimieran el pecho. Pero en poco nos vamos haciendo. Visita a la Virgen de las Nieves que está muy cerquita y parriba!


Llegamos después de andar unos 5 o 6 km llegamos al refugio de La Carihuela, por el camino vamos viendo todo el rato restos de nieve que no se han ido durante el verano. Y de pronto... el Paso de los Machos, y digo de pronto porque no esperaba tener que pasar por un sitio tan técnico y mucho menos que lo técnico consistiera en tener que pasar una repisa agarrada únicamente de una cadena. Decidieron los expertos y allí poco tenía yo que decir, confío plenamente en todos los que iban así que si ellos habían decidido que ese era el camino es porque estimaban que todos podíamos pasar por allí.

En este momento ya ni pensaba en que hacer más ejercicio de la cuenta a esa altura cuesta un montón... puff.






Aquí Eli me iba cantando como pasar por la cadena. Cuando ya se está agarrada a la cadena, los pasos se van dando moviendo primero las manos y luego dando un paso mirando bien donde se apoyan los pies. La cadena está sujeta a la roca en varios puntos, por lo que se forman varios tramos de cadena, uno nunca entra en un tramo hasta que el que va delante de él lo abandona. Casualmente conocimos al chaval que el fin de semana anterior había asegurado algunos tramos, estas cosas las mantienen los propios montañeros. La foto, así en quieto está chulísma, pero en esos momentos a mi me temblaban las piernas, la voz, hasta los brazos... uff que subidón de adrenalina. Lo que si es cierto que es la parte más emocionante del camino y la que luego recuerdas con mucha satisfacción. Después había un sitio bastante delicado también y era descender desde el final de la cadena hasta la parte de la piedra donde se podía andar, lo único es que había un nevero, como puede apreciarse en la foto, y la cosa no era sencilla para las novatas. Ahí estaba Dani con mucha paciencia ;)

Pasamos por sitios con nieve... esta vez era JoseLuis el que me guiaba



Y después de un rato caminando divisamos el pico del Mulhacén entre nubes y el refugio, apenas una mancha en las faldas del pico.




Ya solo quedaba la última bajada técnica... aquí era Julio el que nos iba guiando, aunque conmigo no hay manera, me cuesta un trabajo enorme hacer las bajadas técnicas con soltura cuando son muy empinadas




Y esto era de esperar... No estoy acostumbrada a llevar mochila y llevar cosas fuera mal aseguradas es lo peor, terminé con la espalda y el cuello hechos picón, bastante más cargados de la cuenta por culpa de este tema.



Ya en el refugio paramos a echar un picoteo para luego subir arriba del todo.



Los últimos metros hasta la cumbre no fueron tan técnicos, aunque costaron. Llevaba los bastones aunque a mitad de camino se los dejé a una mujer que iba bastante agobiada, no estaba acostumbrada y le vinieron muy bien. Y a mi no me venía mal subir sin ellos.

Por fin arriba...



Todos en la cima



Y JoseVal siempre pendiente de nosotras :D



He de decir que JoseLuis entrenando subió dos veces la cima, la primera en 33' y la segunda en 31'... bajaba como las mismísimas cabras, que envidia (de la sana!!), yo de mayor quiero ser como él.

Una vez que nos deleitamos con las vistas desde la cima bajamos, yo incluso hice un tramo trotando, siguiendo las indicaciones de Manoli, lo disfruté mucho. Fuimos nada más bajar a por agua... a un nevero!!! que gracia... recogiendo agua que tuvimos que potabilizar con unas pastillas y que sabían a rayos y truenos. Entre el isostar en polvo que nos dio un chaval y el Tang que trajeron Julio y Manoli, aquello era bebible, aunque hubo un par de botellas para las que no quedaron 'edulcorantes artificiales' y nos la bebimos tal cual. Puaggg... que malo estaba aquello. Lo primero que hice cuando volví a Sevilla fue comprar sobres de Tang, que invento!

Conforme fue cayendo la tarde me fui encontrando regular, no sabía muy bien que pasaba pero estaba como en una pecera, además me dolía la cabeza. Toda la pinta de un mal de altura, así que tomé un ibuprofeno, me abrigué mucho y comí. A eso de las nueve de la noche me fui encontrando cada vez mejor, de hecho nos sentamos todos en el porche y empezamos a contar historias de cosas que nos habían pasado y nos reímos de lo lindo. Además por supuesto de disfrutar del cielo estrellado y sus estrellas fugaces.

A las 22:15 estábamos dentro del saco durmiendo y no desperté hasta las 8:00, que diferencia con la noche que dormi en el refugio del Teide, en la que no pegué ni ojo.

Mari Carmen y yo teníamos claro que la vuelta no queríamos hacerla por la cadena... 'Hoy vamos por pista, disfrutando de las vistas', se nos escuchaba decir, pero lo cierto es que una vez más...




... pasamos por la cadena!! No tenemos palabra, y menos mal porque la segunda vez fue mucho mejor que la primera.

Y luego subimos al veleta...



Ha sido una ruta chulísima, he venido fascinada, aunque con deberes: hay que entrenar en el rocódromo para coger soltura y practicar las bajadas técnicas por el mismo motivo. Me ha servido para desconectar y además reirme un montón. Además de disfrutar de la compañía de los del club que son casi ya como de mi familia. Todos y cada uno de ellos me ha aportado algún conocimiento este fin de semana además de cuidar de mi y de mi técnica :D Muchas gracias a todos por ser como sois y tener taaaanta paciencia.

Nos confundieron con Argentinos...



Nos reímos de lo lindo...



Y más risas...



Hasta la presi de nuestro Club Alcalareño nos tenía preparada una condecoración sorpresa cuando llegamos a Güejar. Más apañá que toas las cosas.

Ahora somos LEONAS DE LAS NIEVES (así reza en la condecoración jejeje)







Pero lo mejor de todo es que estas caras de satisfacción de estas dos novatillas, por todo lo vivido, no se borraron al menos en una semana :D




Más fotos en el Album de picasa

Entrenamientos Semana 13-19 de septiembre

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Ya pasó la Sagra y aunque tengo algo cargadas las piernas por el esfuerzo entreno normalmente aunque con .

. 13.sep_Lunes: Descanso.

. 14.sep_Martes: Correr. Entrenamiento en Alcalá, tocan series en cuesta... en cuestacas más bien y de las técnicas. Anochece más temprano de lo que esperábamos así que nos da tiempo de hacer sólo un par de ellas. Son series duras para mi porque la cuesta es bastante técnica así que siento como si el corazón se me fuera a salir por la boca y luego las cuestas abajo siguen siendo técnicas y empinadas, aunque voy mejorando el tiempo que ahorro en las subidas lo gasto en las bajadas. Tiempo total 47'08"; 621 kcal; 40% Grasa; Puls medias 154; Puls máx. 183;

. 15.sep_Miércoles: Correr. Correr por asfalto. Distancia 12,7 km; Tiempo total 01h24'15"; 1.040 kcal; 45% Grasa; Puls medias 148; Puls máx. 167; Aunque no cuesta trabajo noto que no estoy acostumbrada ya a 1h y media de entrenamiento. recorrido.

. 16.sep_Jueves: Descanso.

. 17.sep_Viernes: Descanso.

. 18.sep_Sábado: Descanso. El viernes hubo boda hasta las 5 de la mañana así que entre el sueño que tengo y lo cargadas que están las piernas por los tacones el sábado lo dedico a la vida social ;).

. 19.sep_Domingo: Correr. Entrenamiento en asfalto. Debido a problemillas técnicos no he podido medir tiempo exacto, sólo un cálculo aproximado, aunque si se el recorrido.
Distancia: 14,3 km; Tiempo total aprox. 1h31'03"; 1386 kcal; 30% Grasa; Puls medias 168; Puls máx. 180; Al mirar al pulsómetro me he dado cuenta que tengo las pulsaciones más altas de lo que acostumbro, aunque la sensación era la de estar agusto, mejor que el miércoles y además las piernas no se han quejado.


Entrenamientos Semana 06-12 de septiembre

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Llegó la semana de la carrera de la sagra y viendo como tengo las piernas después de la ruta del fin de semana se confirman mis sospechas, he entrenado bastante este verano por terrenos variopintos pero la montaña la he dejado un poco de lado. Tengo agujetas en los cuádriceps, así que esta semana primará el descanso para que al menos las piernas no vayan cansadas. Tan sólo voy a correr el martes.

. 06.sep_Lunes: Descanso.

. 07.sep_Martes: Correr.Como cada martes nos vemos a eso de las 20:00 en el dragón de Alcalá, aunque hoy he llegado tarde y corro sóla. Se hace de noche y no me he traido el frontal, aunque al contrario de lo que pensaba, no supone ningún problema y corro agusto. Tiempo total 01h06'18"; 812 kcal; 50% Grasa; Puls medias 148; Puls máx. 162;

. 08.sep_Miércoles: Descanso.

. 09.sep_Jueves: Descanso.

. 10.sep_Viernes: Descanso.

. 11.sep_Sábado: Carrera. La Sagra, aunque me quedé a mitad de camino. Distancia 15,6kms; Tiempo total 03'11"; 2561 kcal; 30% Grasa; Puls medias 157; Puls máx. 174;

. 12.sep_Domingo: Ruta. Nos vamos de ruta al nacimiento del río Castril para soltar un poco las piernas.

Dejo la accidentáda crónica de la carrera y la vuelta a casa para otra entrada... esto promete.

Crónica de la Contrarreloj Al-Andalus. Recorrido extremo por Andalucía en bici.

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Puede ser que escuchara hablar de la Contrarreloj Al-Andalus cuando era sólo una idea. Puede ser que me sonara como un deseo ajeno que nada tenía que ver conmigo. Y puede ser que me fuera implicando hasta tal punto que al final haya terminado haciéndola parte de mi… o más bien, yo parte de ella. Sin duda lo que aún me hace darle vueltas a la cabeza es la diferencia entre lo que esperaba que fuera y lo que realmente ha sido. Se me mezclan los pueblos, los días, los sucesos, todos ellos fueron pasando a la velocidad del tic-tac del pedaleo de Fran, pero hay algunos que llevaré tatuados de por vida e intentaré plasmarlo a lo largo de la crónica.

Cuando hablamos del proyecto para ver si podía mover algún tipo de ayuda en beneficio del reto nunca pensé que yo misma, es decir mi persona, podría echar una mano. Aún recuerdo el día en que Gaizka me dijo, ¿acompañarías a Fran en la Contrarreloj? Aunque no sabía muy bien cómo, tenía claro cuál era la respuesta, un rotundo ‘sí’. Quería participar y ayudar en este genial proyecto y haría todo lo que estuviera en mi mano.

A no más de dos semanas de que el reto comenzara, todo empezó a coger forma. Hicimos balance de lo que teníamos hasta la fecha y lo que cada uno, a su entender, consideraba que faltaba, de modo que pudiéramos resolver flecos, ya que teníamos poco tiempo para dejar todo atado. Desde el principio me sentí muy cómoda, ya con los preparativos todos estábamos a una. Formábamos un equipo singular por nuestras evidentes diferencias: diferentes caracteres, diferentes perfiles, pero lo cierto es que encajamos a la perfección.

¿Lo que hace más feliz? Ser útil a los demás. No solo estaba la parte deportiva sino que además se recaudarían fondos para una asociación contra el cáncer y eso me motivaba aún más. Cuando la gente me preguntaba que iba a hacer en las vacaciones y le contaba lo de la Contra-reloj se echaban las manos a la cabeza, '¿cuatro días en un coche? Pero os vais a dar un palizón de mil demonios, ¿no?' Precisamente en esto era en lo que menos pensaba yo. Más bien mi cabeza daba vueltas a lo innovadora que era la prueba y que me parecía una idea estupenda y toda una experiencia, en la que si bien podríamos intuir el final, nada estaba escrito y sabíamos que podía pasar de todo.

Llegó la hora de la verdad y después de muchos correos por fin nos veíamos las caras en Villanueva de Córdoba. La noche anterior los nervios hicieron que durmiéramos más bien poco, y casi sin darnos cuenta nos encontramos rodando, embarcados ya en la aventura e intentando adaptarnos lo más rápido posible. En el momento que nos despistábamos un poco Fran ‘se nos perdía’. Chiquillo, que manera de pedalear.

Cuando a 70 kilómetros de la salida la furgoneta empezó a echar humo no nos dio tiempo ni de venirnos abajo, ninguno pensó en la posibilidad de abandonar y las cabezas iban a mil buscando otra opción que fuera viable. La solución fue cambiar la furgoneta por un turismo, que nos permitió seguir adelante pero con una reducción del espacio considerable, lo cual suponía una dificultad añadida.

Tener que esperar en el taller donde llevamos la furgoneta y retroceder camino posteriormente para coger el nuevo vehículo de apoyo fue uno de los momentos más difíciles de soportar. Fue como si quisiera ir hacia un lado pero te están tirando para ir por otro. Fran, ya sabiendo todo lo ocurrido, continuaba el reto en autosuficiencia durante lo que yo calculaba serían unas 3 horas mínimo, yo en cambio, iba en dirección contraria a por el ‘nuevo’ coche de apoyo. Gaizka mientras tanto peleaba con los del taller por que se dieran prisa y calculaba la mejor manera de distribuir los víveres, herramientas, recambios, etc. que no eran prescindibles y que el espacio permitía llevar con nosotros. Atrás dejamos cosas tan importantes como la rueda delantera y bicicleta de repuesto de Fran pero, en este caso, pasarían por ser prescindibles.

Ya estábamos en marcha otra vez y la prioridad absoluta era dar con Fran al que no nos quitábamos de la cabeza, y quien ya nos había advertido por teléfono que estaba en muy mal estado debido a la deshidratación. De haberlo hecho a drede, Fran no habría podido escoger una carretera más solitaria en ese punto de la ruta, no contaba con ningún bar ni estación en la que adquirir líquido o alimento, el firme estaba en muy mal estado y nosotros viendo pasar los kilómetros en el coche entre curvas, bajadas, subidas y hoyos en la carretera, temíamos encontrarlo tirado en la cuneta a la vuelta de cualquier curva. No fue así, superó por si solo aquella parte del camino haciendo una incursión en una finca privada que le permitió llegar al siguiente pueblo, Alanís. Una vez todos juntos y con la caída de la tarde nos fuimos amoldando a lo que sería el discurrir habitual en la Contrarreloj, aunque sabíamos que la deshidratación de Fran le pasaría factura más tarde o más temprano.

Después de las tardes de sol intenso, la llegada de la noche iluminada por la luna daban paso a la calma, pero conforme la madrugada se acercaba todo se ponía más feo y agradecíamos que el día pusiera fin a las duras madrugadas a las que tuvimos que enfrentarnos. Sobre todo la primera, toda la parte de la costa gaditana hasta llegar a Algeciras y Fran luchando con su estómago para que dejara de echar alimento fuera.

El resultado de una sobrehidratación para contrarrestar los efectos negativos de la falta de líquido y alimento del primer día hicieron que el estómago de Fran llegara un momento en el que dijera 'hasta aquí hemos llegado'. Y aunque superó de forma increíble este bache del camino, arrastró algunas secuelas como el 'asco' a ciertos alimentos y bebidas. Nos montábamos en el coche y elucubrábamos sobre qué le sentaría mejor al estómago para asentarlo. Lo que estaba claro es que para continuar teníamos que encontrar entre todos la manera de que Fran ingiriera líquido y alimento ya que el desgaste era brutal. Si bien, en esos duros momentos él se ponía en el pellejo de las personas que sufren de los efectos de la quimioterapia, yo revivía lo que era estar al otro lado, es decir, revivía lo que era cuidar a alguien que siente repulsión por el alimento debido a los efectos de la quimioterapia, pero a los que has de ‘obligar’ a comer para seguir adelante. Esto supone una búsqueda constante para dar con alguna alternativa que alimente y no produzca esa repugnancia. Ver las caras de frustración de Fran y un guiño de desacuerdo cada vez que parábamos y tenía que comer algo, me hicieron revivir muchas sensaciones ya olvidadas. Eran sólo segundos, ya que Gaizka en su papel de 'malo' le daba tal coña para que comiera y bebiera que al final no podía más que soltar una sonrisa e ingerir alimento. Era entonces cuando recordaba por qué estábamos allí, que el sufrimiento era controlado y que se podría parar en cualquier momento y que si Fran continuaba era porque sabía que podía, lo cual me aliviaba y reconfortaba sobremanera.

Todas y cada una de las personas con las que tuvimos algún encuentro durante la Contrarreloj comentaban el tema de que la fecha escogida no era la idónea. Algunos dan por hecho que todos estos problemas se podrían haber evitado haciéndolo todo en otra época, o habiendo aplazado el reto para cuando las condiciones meteorológicas fueran más favorables. Hubiera estado bien tener otra opción o un segundo coche de apoyo, pero no fue así, lo cierto es que cuando no te dedicas a esto de forma profesional, y cuando la disponibilidad de la gente que participa depende de su trabajo, no tienes elección y la única opción es tirar adelante con lo que venga.

Si bien nuestra preocupación por el bienestar de Fran siempre estaba de trasfondo en nuestros pensamientos, no todo era preocupaciones, la contrarreloj dio lugar a muchas situaciones que nos hicieron pasarlo muy bien, reírnos y disfrutar. Ante los problemas el remedio fue el optimismo, éste venía con nosotros en el equipaje y nos acompañó durante todo el camino. Siempre había lugar para una broma o un chascarrillo. Aún lo recuerdo y me río... parados en Benalmádena. En Estepona nos prepararon comida para que la cogiésemos sobre la marcha, pasta sobre todo para asentar el estómago de Fran. Con las prisas con las que íbamos no caímos en coger cubiertos, y claro, los nuestros estaban dentro de las 'cosas prescindibles' cuando hicimos el cambio de coche. Uno de los cristales intercambiables de las gafas de Fran fue el que hizo las veces de cubierto, más que comer, antes de nada debía 'pescar' la comida. 'Gaizka, te dije que no echaras la cubertería buena que no merecía la pena' y a pesar de todo risas, risas y más risas.

El coche era un batiburrillo de artículos, un desorden organizado que no hubiera desentonado aparcado en un mercadillo o rodando por la carretera para coger el ferry a Tánger. Las cosas las llevábamos en cestas en las que la mercancía iba distribuida con mucho cariño, y que en un principio, situadas en la furgoneta podías distinguir donde estaba cada cosa a un golpe de vista. Para meterlas en el coche tuvimos que jugar al tetris y Gaizka, persona previsora y organizada por naturaleza y del que también he aprendido muchísimo, no quedó muy contento con la primera ubicación de las cosas, así que cuando la situación de Fran nos dio cuartelillo, lo sacó todo del coche y lo reubicó de forma más óptima. Era digno de admiración sacaba y reubicaba cosas dentro de las cestas pero sin parar de atender a Fran. Esta situación se dio un par de veces más, y además lo hacía de forma innata, era curioso verlo. Al final quedó patente que el coche no daba más de sí, y tuvo que dejarlo por imposible, el espacio es el que había, así que terminamos por agudizar la memoria fotográfica. Si hubiera jugado al juego de encontrar las parejas después de la contrarreloj habría podido ganar a cualquiera.

Parar para que Fran durmiera un poco o rompiera el sueño era un poema. El coche tenía los asientos volcados y toda la parte trasera hacía de maletero, así que no quedaban nada más que dos asientos, los que ocupábamos Gaizka y yo. No hay que ser muy avispado para hacer las cuentas, en el momento que Fran lo necesitaba mínimo uno quedaba fuera del coche, aunque normalmente ambos salíamos del coche. Supuestamente los descansos de Fran serían en una colchoneta tendido en el interior de la furgoneta, nunca pensé que los haría sentado con el coche en marcha para que el aire acondicionado siguiera funcionando, las luces de emergencia puestas y sonando en el interior del coche para evitar males mayores... vamos que en el fondo daba igual cerrar los ojos o no, el coche era una feria ¿Se os ocurre qué mejor sitio para dormir?

Otro de los hándicap fue nuestra comunicación con Fran a través de los walkies, ésta se producía de forma unilateral, es decir, él podía escucharnos pero nosotros a él no, así que sabíamos que nos había entendido cuando asentía con la cabeza. Los walkies eran muy útiles ya que nos permitía 'cantarle' la ruta para que no se equivocara. Era sorprendente cuando nos metíamos en algún pueblo o ciudad más grande, donde el coche se atascaba y la bici podía continuar el camino, aún habiéndolo perdido de vista y sin saber muy bien por donde andaba, Gaizka le daba algunas indicaciones por el walkie y a los poco minutos de nuevo lo teníamos encima. Conmigo no ocurría lo mismo, me cuesta horrores hablar con una máquina, dígase por ejemplo un contestador, o en este caso hablarle a un walkie sin recibir respuesta. Más tarde nos pegamos unas buenas risas porque Fran decía que Gaizka no callaba ni debajo de agua y yo parecía la de 'radio-taxi'. Aún así, ¿cuántas cosas absurdas pudimos decir por la radio?... muchas, sobre todo Gaizka, que inventiva!

Situaciones subrrealistas se dieron a montones aunque son cosas que no te paras a pensar en el momento, tan sólo pasan y es mejor no darle muchas vueltas para no venirte abajo. Eso sí, desde que ocurrió lo de la furgoneta y hasta el final del camino me acompañaría una preocupación constante por Fran, no en el sentido deportivo, sus piernas son poderosas, más bien esa preocupación es por la fragilidad de verlo encima de la bici entre tanto coche o ante el adelantamiento de un camión.

También me llevé aprendizaje en la parte deportiva, no sólo de Fran, sino también de Gaizka. Era increíble ver a Fran montado en la bici, mucho tiempo pasé hipnotizada con la cadencia de su pedaleo, era increíble con ésta se iba amoldando a los distintos terrenos. Además si no había marroncillos Gaizka me iba explicando aspectos técnicos y el porqué se hacían ciertas cosas. Pero sin duda el aprendizaje más importante es el del poder de la mente. ¿Cuántas dificultades no encontró Fran? ¿Cuántas veces no pensaría en dejarlo todo y bajarse de la bicicleta? Cuando no hay nada más y estamos solos no nos queda más que creer en nosotros mismos, creer que podemos, fuera prejuicios e ideas preconcebidas, tener fe en uno mismo y seguir adelante. No olvidaré la cuesta de Montoro, después de tantos kilómetros recorridos y muchos problemas superados, quedaba seguir recorriendo en solitario y en las peores horas del día la subida de Montoro hasta llegar a Cardeña. Fue una parte muy emocionante del camino, donde ya se nos había unido gente del pueblo para animar a Fran... estábamos llegando. Gritamos y animamos todo lo que pudimos y aunque luchaba consigo mismo para no bajarse de la bicicleta consiguió sobreponerse al tramo más duro de todo el camino. Lo que le hizo no perder la concentración y seguir adelante sin bajarse de la bici no lo sé, pero era impresionante ver su cara. Creo que todos teníamos la respiración contenida y que soplamos cuando sabíamos que había afrontado con éxito una de las partes, pienso yo, más dura de la Contrarreloj. Después de esto verle disfrutar en compañía de muchos ciclistas que se unieron un poco más tarde en Cardeña para acompañarlo hasta el pueblo fue todo un deleite para nuestra vista y nuestros corazones. Cuando por fin llegamos todo fue una mezcla de sentimientos contenidos por todas las situaciones vividas, que combinado con la satisfacción de un trabajo finalizado, hizo que me viniera abajo como era de esperar, pero como yo nunca habría podido imaginar. No me olvidaré nunca, cuando ya estábamos sólo 'los justos', del abrazo cálido de Ruth, la mujer de Fran que había vivido el reto en la distancia y que fue la cuarta integrante del equipo.

Gracias a toda la gente que nos echó una mano por el camino: amigos, familia... todos estuvieron ahí acompañándonos y me hicieron sentir grande y querida. Gracias de nuevo. La gente que nos seguía a través de internet y que nos dieron muchos momentos emotivos como el de leer a Fran los comentarios a través de la radio, o el correo de agradecimiento por el gesto de Fran, que venía de parte de una madre cuyo hijo había salido adelante de un cáncer. Nos hizo llorar a todos. Gracias a la familia de Fran, que nos acogió como si fuésemos uno más de la familia. Y por último a todos los vecinos del pueblo de Villanueva de Córdoba por sus atenciones. Gracias a todos por creer.

Momentos especiales fueron aquellas paradas en las que estábamos los tres y que solían coincidir con las cenas, el par de duchas que pudimos darnos por el camino, cuan apreciadas se hacen las cosas cotidianas en momentos así, las caras de sorpresa o incredulidad de la gente cuando preguntaban después de ver esa bicicleta 'tan rara' y le contábamos lo que estábamos haciendo (y pensaba yo ¿bicicleta rara?... ¿es que no has visto el casco?). El aparcar el coche cuando paramos para cenar en Pozo Alcón, eran las fiestas del pueblo, y al bajar nos encontramos a Fran tocando la guitarra. Resolver cosas sobre la marcha y a golpe de teléfono. Hubo muchas cosas, vivencias que no caben aquí y que iremos recordando poco a poco.

Cuando todo esto comenzó no sé que esperaba encontrar, lo que sí sé es no lo esperaba así, que todas las sensaciones vividas me pillaron por sorpresa y lo único que puedo decir que disfruté de lo que hicimos aunque no sé exactamente por qué. Que cada vez que me monto en el coche me acuerdo, y que me dan ganas de darle a las luces de emergencia. Que me quedo con ganas de más y que entre nosotros se ha creado un vínculo muy especial. Algo de lo que no tengo ninguna duda es que este tipo de cosas son las que alimentan el alma.

Hay una reflexión que aparece en Anatomía de Grey y que me gusta mucho porque pone de manifiesto aquello que ha de ser de una determinada manera, aquellas cosas que son porque no tienen otra forma de ser.

Los lazos que nos unen son en ocasiones imposibles de explicar. Nos conectan, hasta cuando parece que los lazos deberían romperse. Algunos vínculos desafían la distancia, y el tiempo, y la lógica… Porque algunos lazos simplemente están predestinados. (Anatomía de Grey)

A continuación el vídeo de la llegada al pueblo:


En la web puede verse toda la información y material audiovisual
http://contrarelojal-andalus.blogspot.com/


Entrenamientos Semana 30 de agosto - 05 de septiembre

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Vuelvo de la Contrarreloj Al-Andalus el lunes, como era de esperar el domingo acabamos reventados (algunos más que otros) y nos quedamos todos a dormir en Villanueva de Córdoba. Muy agustito paramos en una Dehesa preciosa, que pena no tener más tiempo para disfrutar de ella.

El lunes vuelvo para Sevilla, aún con resaca emocional y el martes me levanto con unas ganas tremendas de hacer deporte, es como si tuviera la sensación de haber estado comprimida

. 30.ago_Lunes: Descanso.

. 31.ago_Martes: De todo un poco.
    . Bici. Entre unas cosas y otras salgo con la bici a las 2 de la tarde, como dice Joseval... es mi hora de entrenar jejeje No hay mucha gente por la ciudad así que voy rápido, soltando rabia.

    . Nadar. 2.000 metros entre crol y técnica. Calentamiento: 1.000 metros a crol. Técnica: 700 metros. Enfriamiento: 300 metros. 56 minutos aprox. Voy recreandome al nadar, despacio pero intentando llevar bien la postura y los movimientos.

    . Correr. Como todos los martes a entrenar en Alcalá. Hoy estamos casi todos los del club y alguna nueva incorporación, que bien. Tiempo total 55'45"; 803 kcal; Puls medias 163; Puls máx. 190;
. 01.sep_Miércoles: Correr. Salgo a trotar un poco. Tiempo total 25'24"; 279 kcal; Puls medias 138; Puls máx. 151;

. 02.sep_Jueves: Correr. Quedamos otra vez a correr por Alcalá. Tiempo total 59'30"; 778 kcal; Puls medias 154; Puls máx. 176;

. 03.sep_Viernes: Descanso. Vamos camino de Sierra Nevada.

. 04.sep_Sábado: Montaña. Subida al Mulhacén.

. 05.sep_Domingo: Montaña. Subida al Veleta.

La ruta del finde ha estado estupenda, pero dejo la crónica para más adelante.

Contrarreloj Al-Andalus

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Cómo adelantaba anteriormente entre otras cosas este verano me he unido como parte del equipo de la Contrarreloj Al-Andalus. Se trata de un reto que el ciclista de ultrafondo Fran Vacas se proponía para recorrer Andalucía a lomos de su bicicleta. Comenzaba el Jueves 26 de agosto en Villanueva de Córdoba para terminar en el mismo lugar el día 29 del mismo mes y 2.000 kilómetros después. A continuación los vídeos donde Fran explica todo en la rueda de prensa antes de la salida.

RUEDA DE PRENSA (parte 1)



RUEDA DE PRENSA (parte 2)



Queda pendiente la crónica, a falta de que retoque algunos detalles.