De una cara a otra de la moneda.

0 comentarios



Cómo se pasa de una cara a otra de la moneda… eso mismo me pregunto yo cuando paro y veo lo que hay a mi alrededor, ¿de dónde ha salido todo esto?. No me reconozco en la que era hace apenas un par de años, fotos, costumbres y sobre todo en la cara de la gente que me rodea, su extrañeza y asombro, más aún si hace tiempo que no nos vemos.

Pues bien, hace unos años acontecieron sucesos que desencadenaron otros y cuyas consecuencias pusieron del revés todo mi mundo. La sensación era como la de estar dentro de una de esas bolita de cristal con nieve y que alguien la hubiera movido. Con el tiempo todo lo que andaba en el aire se posó, el escenario era el mismo, pero cosas se movieron del sitio, nada encajaba como antes y empecé a sentirlo antes siquiera de ser consciente de ello. A lo Macaco… toda acción provoca una reacción, que tiene una repercusión sobre algo, en este caso reaccioné y repercutió sobre mi forma de vida.

Con mis antecedentes nadie hubiera dicho que mi refugio sería el deporte con el que fui a dar de casualidad y que me fue atrapando poco a poco. Quiero aclarar que digo que fui a dar con él de casualidad porque aunque admiro desde siempre a los deportistas y es un gran sacrificio el que hacen aquellos que llevan practicándolo desde jóvenes o los que se dedican a ello de forma profesional, mi caso no es ni uno ni otro, es más, he descubierto que hay un cómodo término medio ya que siempre he (ad)mirado a aquellos que corren con anhelo y algo de envidia pensando que para ese tipo de cosas uno tiene que practicar desde pequeño, que me hubiera gustado probarlo pero que eso, con mi forma de vida, no iba a ser posible. y mira tu por donde… aquí estoy metida de lleno en el mundillo del deporte, con cuerpo y mente en mejor estado que nunca.

La salud es riqueza. La paz mental es felicidad.