Las carreras populares de 2010. Parte 1

2 comentarios


Últimamente no tengo tiempo para nada, se me acumulan las crónicas de carreras y entrenamientos sin escribir. Carreras, fiestas, disfrutar de la gente y enredos deportivos junto con mis ganas de disfrutar de cada cosa, requieren que tenga que hacer malabares para repartir convenientemente el tiempo libre, empresa difícil ésta cuando en el curro tampoco es que la cosa esté tranquila.

Aprovecho el cuartelillo que me dan estos días de vacaciones para hacer un recuento de las carreras populares en las que he venido participando en estos últimos meses del año, algunas sobre asfalto y otras combinando pista y asfalto.

  • 8 de octubre: Carrera Nocturna del Guadalquivir
  • 10 de octubre: Carrera del Naranjo
  • 7 de noviembre: Carrera de fondo del Aljarafe
  • 20 de noviembre: IV Travesía de las Marismas del odiel
  • 28 de noviembre: Carrera popular Alcalá Panadera

Para el fin de semana del puente del Pilar me había apuntado a dos carreras, no tenía pretensiones de competir en ninguna de ellas debido al volumen de entrenamientos que llevaba corriendo, pero sí quería dar todo lo que pudiera en la del Naranjo ya que parte de la carrera discurría por donde solemos entrenar. Durante varias semanas llevaba cargando las piernas de kilómetros y esta sería la recta final antes del Trail de Turdetania.

Carrera Nocturna del Guadalquivir
La carrera nocturna de Sevilla, es multitudinaria, lo cual no es algo que me atrajera mucho pero a Ana le emociona eso de que la entrada a meta esté dentro del Estadio Olímpico y quería correrla si o si, así que allá fuimos. Por mi parte aprovecharía la nocturna para hacer una tirada larga así que salir corriendo desde mi casa sería el complemento perfecto para ello. Y claro está, no hay que hacer muchas cuentas para saber que cuando llegué a la salida ya llevaba corridos algo más de 6 kilómetros. Llegué hasta la Escuela de Ingenieros donde estaba la salida y allí me vi con Ana y Manoli, ésta última y yo, las únicas del club que nos liamos la manta en la cabeza. Nos encontramos también con la gente del Club Atlas, nos echamos algunas fotillos e Higinio, que no mete la lengua en paladar, nos habla de una Travesía que van a organizar a finales de mes de Monesterio a Cala, a la cual nos invitan... y la verdad, después de la experiencia de la III Travesía Matalascañas-Sanlúcar estoy encantada de poder participar en su travesía de Monesterio a Cala.

Joder cuanta gente había! He de confesar que a mi más que hacerme ilusión, eso de correr en una carrera donde había casi 20.000 inscritos me daba pánico, pero lo cierto es que una vez metida en harina no era para tanto.

Ya estábamos situadas en la salida, entre tiras y aflojas, amagos de salir corriendo y mucho cachondeo, después de varios minutos... la salida, y aunque al principio íbamos más pendientes de no chocar con la gente, pasados unos minutos encontramos nuestro ritmo y vamos disfrutando de la gran cola de dragón que se ha montado (la cabeza ni la vemos, of course), impresionante pasar por el paso subterráneo a la altura de Plaza de armas. Disfruté mucho de la carrera, para mi fue un entrenamiento en muy grata compañía, primero por no ir sola y segundo, pero no menos importante ver que Manoli y Ana, que no se veían del todo seguras de terminar la carrera (cada una por sus motivos), al final lo consiguieron. Los últimos metros alrededor del estadio, la pequeña vuelta por el interior y posterior entrada en el Estadio de la Cartuja, junto con nuestras sonrisas y caras de satisfacción a la llegada, hicieron de esta carrera todo un disfrute.

A la llegada hacía bastante fresco, nos bebimos una cerveza (eso no se perdona jejeje) y amenazaban ya las primeras gotas cuando recogimos las camisetas. Así que pintando!! Nos cambiamos sobre la marcha y nos fuimos en busca de Julio que había disfrutado de nuestras caras en la meta, dentro del estado. Nos despedimos de Ana y nosotros a tomar unas tapillas. Llegué a casa taaan cansada que me quedé un poco dormida en el sofá antes de pasar por la ducha e irme a la cama. Aún recuerdo la genial sensación al día siguiente cuando desperté a la hora que me pidió el cuerpo, ni un minuto antes ni uno después, y di cuenta de un gran desayuno y una mejor comida.

Carrera Popular del Naranjo
Pues nada, ahora tocaba la carrera que había elegido yo :P Tenía muchas ganas de correrla, sería la primera vez pero discurría sobre el lugar donde entrenamos así que el aliciente era mayor. Anita y Raúl también se apuntaban :D

La historia se repetía... nos planteamos la estrategia de carrera de manera que los primeros 4 kms íbamos a ir a ritmo cómodo, del kilómetro 4 hasta el 7 subiríamos un poco el ritmo para dejarnos ir hasta el kilómetro 9 algo más lentas y así poder apretar los dos últimos kilómetros. Hasta aquí genial, el calentamiento estupendo, los nerviecillos de antes de que den la salida y una vez que dan la salida.... todo al carajo!! si señor salí demasiado fuerte, Ana y Julia me siguieron y acabé quemada en medio de la carrera... no me lo puedo creer! otra vez me volvía a pasar. Ellas tienen más rodaje que yo y siguieron adelante unos metros. Me pasa que aprieto demasiado al salir, no noto que voy más rápido de lo que acostumbro y como las piernas tardan en quejarse pues nada... yo adelante a todo lo que soy capaz de dar nada más comenzar la carrera. Mal, muy mal. Fui sufriendo casi todo el camino, y más teniendo en cuenta que la carrera tenía sus cuestecillas. A mitad de una de ellas me encontré con JoseLuis, David y Coco, que alegría da, pero a la vez, como se acelera el cuerpo. Ya iba por el kilómetro 8 y de pronto me encuentro a Ana que iba chunga con la rodilla, le dije que no se lo pensara, que abandonara. Por supuesto no me hizo puto caso y continuó a mi lado, gracias a ella llegué a la meta... uff. Gracias Anita!! Recuerdo perfectamente lo que le dije 'Ana no vuelvo a correr ni una carrera más ni a apuntarme a una carrera hasta que se me olvide!!'. En ese mismo instante caigo en la cuenta de que a la semana siguiente corría el I Trail de Turdetania... :S nada que decir.

Al final, como digo, con ayuda de Ana llego a meta contenta, 11 km con un tiempo de 1h02'01", con una media de 5:38 min el kilómetro.

Por aquí el equipo del CAM al completo, Dinamita se lleva el 2º premio en su categoría.

Muchas polémica tuve con Raúl y Ana, por culpa del perfil de la carrera. A ellos les habían dicho que la carrera tenía unas cuestas muy grandes, pero yo les decía que no muchas comparadas con las cuestas de la 'Alcalá Panadera'. Para mi que entrenaba por allí no me parecían grandes cuestas. Ana preguntaba temerosa por sus rodillas pero Raúl se estuvo riendo mucho tiempo de lo que le había dicho, no hacía más que repetir... 'No, no, si la carrera no tenía cuestas... vamos, casi, casi llana, loleta dixit'. En fin, yo no había dicho exactamente eso, pero una vez más se pone de manifiesto la diferente mentalidad entre la gente que corre (o trata de hacerlo :P) carreras de montaña y los que corren carreras de asfalto.

De todas formas la carrera muy recomendable, entorno muy bonito y bien organizada. A la salida la bolsa de corredor llevaba algunas hortalizas. Mola!

Inferno Trail

4 comentarios



Si, si, Inferno Trail... suena bien, eh? Creo recordar que nos tiramos de cabeza a las inscripciones antes siquiera de saber ni kilómetros, ni desnivel, ni perfil, ni ná de ná. Y es que le precedía la Animal Trail ya famosa entre la mayoría de corredores por su buena organización, la dureza del recorrido y como no... por lo genial que resultó participar allí.

Como había modalidades de participación variopintas, en esta ocasión íbamos muchos, pero muchos muchos. Na más y na menos que 13 personajes que tiramos el sábado para Tolox.

El 'día D' yo iba con Joseval y Julia, un viaje tranquilo y con tiempo. En distintos coches, a distintas horas y con distintos sucesos acaecidos durante el camino, fue llegando el resto del personal y a la hora de la cena estábamos todos juntos.
Estuvimos cenando en La Alberca allí mismo en el pueblo, aunque por falta de sitio en el interior nos instalamos en la terraza y yo pasé, como diría mi padre, frequete. La cena estuvo muy bien y mezclada con hambre... ni te cuento, aún recuerdo los calamares fritos, que eran de los buenos.

Como no, no éramos los únicos que estábamos allí. Conforme vas asistiendo a carreras te vas dando cuenta que siempre somos los mismos, así que al final se va convirtiendo en una quedada para verse. Vamos saludando a todos, más y menos conocidos, terminar de cenar e irnos todos a 'la cama'. En esta ocasión contábamos con un pabellón cubierto en un 85% para poner los colchones y colchonetas, no caímos en el tema de que podíamos haber traído las tienda de campaña quechua o los cortavientos para resguardarnos un poco más. En cualquier caso menos mal que, además del saco gordo, llevaba la funda de vivaq y el colchón que me apartaba del suelo, lo que impidió que la humedad me calara a pesar de la presencia cercana de un río. Nos apretujamos como pudimos y pasamos la noche sin sacar la cabeza del saco, un airecillo recorría

Por la mañana hace frío y aunque no era demasiado, la ropa que llevábamos es insuficiente si no estás en carrera. Nos acercamos al lugar de la salida, al único bar abierto, decidimos no comer mucho, algo de fruta y un té sería suficiente. Nos esperaba nada más comenzar la milla vertical y la sangre debía estar en los músculos. Ya en la salida nos damos cuenta que no somos muchos los locos e inconscientes (en mi caso lo segundo) que nos hemos apuntado a la milla vertical. Llevaba puestas en este caso mi sportivas nuevas, las raptor y notaba mejoría en cuestión de amortiguación y agarre con respecto a las XT-Wing de Salomon, además de mucha más sujeción del pie.

Nada más comenzar la carrera nos damos cuenta que algunos nos hemos metido en la carrera para mayores, pero es la forma que hemos elegido para avanzar. La mayor parte de la gente sale corriendo cuesta arriba y nosotras en poco tiempo comenzamos a andar con los bastones, yo sólo con uno ya que el otro no hubo manera de montarlo y tuve que dejarlo en el guardarropas.

Pues nada, comenzamos a subir, y a subir y seguímos subiendo, por pista, caminos, senderos, y cortafuegos en los que era mejor estar pendiente del suelo que mirarlos a la cara.


Y las vistas alucinantes, conforme fuimos pillando altura el mar de nubes se fue dispersando pero el paisaje era es-pec-ta-cu-lar.


El primer control lo pasamos sin problema. Bebí y tomé plátano, aunque había tomado ya un gel momentos antes, más o menos a la mitad de la milla vertical. A partir de aquí comenzamos una vereda que aunque tendía a la subida no era apenas pronunciada, preludio de que ese respiro nos llevaría a una zona más dura de subida para poder alcanzar los 1.600 metros de esa milla vertical. Al llegar al otro lado de una pedrera nos encontramos con la última subida que si bien al principio seguía más o menos un camino, dio paso a una zona de sólo piedra... uff.


Una vez alcanzada la última parte de esta zona del recorrido las vistas bien merecían una paradita...


Llegamos por fin a los últimos metros de la milla vertical alcanzada a la altura de 1.834 metros. Dejábamos atrás el pico del Torrecilla al que no súbirieamos. Yo hasta este momento iba acompañada de Eli y Julia metros delante acompañando a Eva, a quien estos terrenos tan técnicos habían hecho que se cayera y fuera chunga de una rodilla. Venía ahora una bajada bastante técnica y yo sabía que quedaría atrás, cosa que no me importaba mucho, sólo entraría un poco más tarde que ellas en el segundo control.

No se en que momento empecé a percibir que algo no iba bien con mis pies, empezaban a quedarse dormidos!! :o No puede ser... era una sensación conocida que me había pasado en la Media Maratón de los Palacios del año pasado. Paré y aflojé los cordones pero con la subida se me habían hinchado los pies y poca solución tenía la cosa, aunque lo detecté más a tiempo y el dolor no me impedía seguir... al menos por el momento. Encontré el paso de la cadena más o menos por el kilómentro 12 aunque no era muy complicado.


Ante mi se mostraba la bajada que había que recorrer para llegar al pueblo, seguía parte técnica y me quedaban algo más de dos horas de tiempo.


Unos metros más abajo encontré una zona menos técnica y por la que se podía trotar, aunque la milla vertical había hecho 'pupita' en las piernas, no las notaba vacías como me pasó en Jarapalos pero sí cansadas. Iba muy justa de tiempo, intenté darme prisa pero llegué al último avituallamiento antes del segundo control en 5 horas, lo que suponía que debía recorrer los, más o menos, 5 km que quedaban hasta el pueblo en media hora si quería pasar en tiempo.

Los pies molestaban un poquito más y aunque intentaba mover en la medida de lo posible los dedillos para que circulara la sangre me dolían cuando corría y eso me cabreaba sobremanera. Llegó un momento en que llevaba 5h13' y vi que el pueblo estaba en el 5º pino, supe que no llegaría en tiempo así que empecé a alternar entre andar y trotar para ver si los pies se quejaban menos. Al final llegué al control en 5h45', los organizadores me dieron la oportunidad de seguir y aunque al principio la contestación fue 'Sí' me describieron los 11 kms restantes me dijeron que había bastante piedra en el camino y que era zona técnica, tal y como llevaba los pies y que el personal que desbalizaba la carrera había salido ya, opté por quedarme ya allí y no continuar la carrera.

Me descolocó un poco, no pensé que sería tan técnica y al principio estaba algo decaída porque pensé que podía haber terminado la segunda parte ya que sería más fácil que la primera. Empecé a encontrar gente que me dijo que la segunda parte era muy muy técnica y que les había resultado más dura que la primera. Cuando vi el perfil de la carrera en casa esa fue mi percepción. Había comentado con Julia y con Jose Luis que la milla vertical iba a ser dura pero que nos pillaría frescos, que la subidita de 500 metros en el segundo bucle era donde realmente se iba a sufrir y que no iba a pasar desapercibida para las piernas, y así fue.

Aquí está el perfil de la primera parte:


La organización cambió el recorrido a última hora para poder pasar por una zona que llevaba cerrada hacía muchos años por un incendio y a la que dieron permiso para acceder con muy poco tiempo de antelación. Esta zona estaba situada en la subida y disminuía el recorrido en unos cuantos kilómetros aunque no sabían bien en cuantos. Así que el perfil no es el definitivo. Según he visto en algunos tracks subidos en wikiloc, la primera parte pasó a tener unos 27 kms en vez de 29 como estaba previsto en un principio, lo que hizo que el tiempo de corte de este segundo bucle se redujera en media hora.

Varias cosas:
    1. No llevar unas zapatillas desconocidas a una carrera grande a no ser que no haya más remedio

    2. No olvidar que es preferible ir sin bastones a ir con un solo bastón

    3. Me queda mucho que avanzar en montaña, sobre todo en las bajadas.

    4. En la carrera destacó lo bien balizada que estaba, pero en cuestión de avituallamientos estaba algo corta. Aquellos que no llevaban bidones se vieron apurados en ciertos momentos de la prueba, quizás hubiera estado bien haberla puesto en semiautosuficiencia.

    5. La segunda parte, la cual no vi en persona, fue muy técnica y fue por la que pasó 'la mijilla', algunos padres al entrar a meta con niños de 6 u 8 años venían con caras de haberlo pasado mal en algunos momentos del recorrido.

En general la organización muy buena y los voluntarios de escándalo animando a todos los que por allí pasábamos. Creo que nadie se imagina lo que te anima ver gente cada poco tiempo durante el recorrido. Y que decir del recorrido y las vistas... pues eso, es-pec-ta-cu-lar.

No nos fuimos de manos vacías ni mucho menos, Manoli fue la segunda en su categoría y además nos llevamos trofeo por ser el club de mayor participación en la Inferno. Además en el sorteo nos tocaron un montón de cosas, a mi unas gafas de sol que falta me hacian. ;)

Por cierto... el que diga que dormir es perder el tiempo y que ya habrá tiempo de dormir cuando te mueras, tendría que haberme visto la cara el lunes por la mañana.

Si la vida ya es dura de por si, por que nos metemos en mas líos, porque esa necesidad de pulsar el botón de autodestrucción. Puede que nos guste el dolor, quizás nazcamos con él, porque sin él, quizás no nos sentiríamos reales, porque siempre tropezamos con la misma piedra, porque uno se siente bien cuando deja de hacerlo.*

* Reflexión de Anatomía de Grey