- Cómo estás?... - Pos anda que tu!!

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Cuando una empieza en el mundillo del correr sobre todo se centra en como entrenar más y mejor. Estos dos últimos meses he estado ampliando el volumen de entrenamientos y he llegado a hacer casi 70 km corriendo a la semana. Contenta porque mi cuerpo puede con eso y sorprendida por el mismo motivo y porque además noto que estoy asimilando estupendamente.

Hace un par de semanas venía pensando en la semana de la maratón, una semana totalmente distinta al resto de semanas dentro del plan de entrenamiento. Bajada brutal de volumen y concentrado en su mayoría en una sola tirada, la de la carrera. En webs que hablan acerca del tema del entrenamiento del maratón siempre he visto que, cuando hablan de la recta final, lo enfocan sobre todo hacia la alimentación durante los días previos y al correcto descanso de los músculos, pero en ninguna te hablan de las sensaciones y emociones que 'sufres'de esa semana.

Vamos con los antecedentes... El sábado fue el último día que corrí, el domingo me tocó viajar y además me notaba como si me estuviera resfriando, así que no entrené. Llegados a este punto una ya sabe que la suerte está echada, es como que ya se ha hecho todo lo posible y, una siente, que la siguiente semana es 'cascarón de huevo'. Pues bien, no es así, son días que adquieren protagonismo porque se agolpan muchas sensaciones y emociones distintas, en su mayor parte debidas a que todo es nuevo para una:

- Por un lado, sabes que entrenar menos es lo correcto, pero... no lo has probado nunca y no sabes como reaccionará tu organismo, así que dudas si te irá bien a ti en concreto. Sólo la experiencia hará que si hay errores la siguiente vez no se repitan, pero la novatada hay que pagarla.

- Por otra parte tienes miedo a lesionarte, en mi caso no sería la primera vez que pego un tropezón y voy al suelo.

- El tiempo, no es que si dan lluvia, como es el caso, no vayas a ir a la maratón, pero si llueve es una jodienda, así que mejor ir haciéndose a la idea.

- He tenido muy buenas sensaciones al entrenar en las semanas previas a la del maratón y... como que no quiero correr mucho más por si acaso tengo malas sensaciones. Supongo que en el fondo lo que temo es descubrir algo que a última hora me haga dudar de que no estoy todo lo preparada que pienso. Es absurdo, tener miedo a la posibilidad de tener miedo, pero... ahí está.

- Luego... estás muy pendiente de todo a tu alrededor y lo suyo es relajarse, no magnificar tanto la competición y disfrutar de esta semana en la que se toma un descanso para coger impulso.

Todas estas sensaciones no es que estén permanentemente en la cabeza sino más bien que están como en el aire. Y menos mal que he venido siguiendo un plan de entrenamiento que me respalda y me da seguridad para creer que terminaré la maratón sin problema, más lenta o más rápida, pero sin problema, que de no ser así no se como estaría ahora.

Ahora al lío... Ayer lunes acudí al masajista para que me descargara las piernas y tampoco corrí, y hoy... hoy ya empiezo a notar los efectos de la inactividad, vamos que ya estoy que me subo por las paredes. Me he ido media hora a correr, que era lo que tocaba y aunque me he sentido bien, algo pesadas las piernas, pero bien, la cosa no ha mejorado mucho.

Estoy acostumbrada a entrenar cada día y soltar mucha energía, no a acumularla. Los síntomas a veces son la hiperactividad y otras veces las ganas de buscar gresca con todo aquel que se acerca. Lo de la hiperactividad, bueno, vale... no es mi naturaleza pero lo peor que puede pasar es que ponga un poquito nervioso al personal de alrededor. Ahora, lo de ir de frente y por el carril de la izquierda lo llevo peor, vamos! que compré fichas para los coches de choque y me han durao toda la tarde... que barbaridad como está el patio Sres.!!! Hablo demasiado, luego... termino metiendo la pata demasiado, ya sea con razón o sin ella.

Así que el título de esta entrada me viene que ni al pelo...

- Cómo estás?
- Pos anda que tu!!


En fin, que espero hacerme pronto con la situación y poder disfrutar del buen rollo de estar más activa de lo normal.