Érase un 5 de agosto en bici




Ana ha vuelto de vacaciones así que retomamos las salidas en bici de los jueves. Otra cosa no tendremos pero moral nos sobra. Esta vez me toca ir a mi a Tomares y tras la última experiencia lo mejor es ir en metro.

Falta de concentración, mayor despiste del habitual y sensación de llevar un saco de 10 kilos a la espalda constantemente, son las sensaciones que vengo experimentando últimamente... la medicación me va a matar, así que Anica va a venir a recogerme a la salida del metro, ya que es la primera vez que voy y no vaya a ser que acabe en quiensabedonde.

Hemos quedado en vernos sobre las 18:30 en la estación de San Juan Alto, así que yo debía tirar para la boca de metro a las 18:00, esa hora es justo en la que abro los ojos de la siesta... mierda!! ni siquiera he oído el despertador. Aviso a Ana y me preparo corriendo, en el transcurso se me cae la bolsa de hidratación al suelo, por supuesto, llena de agua. Toda la cocina empapada... que le den, me voy y lo dejo todo empantanado, Ya lo recogeré.

A pesar de todo no hay más incidencias y una vez que he salido de casa llego al destino sin problemas. Allí me encuentro con Ana, con su cara sonriente, que alegría me da verla. Son las 19:15, emprendemos el camino hasta el inicio de la ruta. Ni siquiera hemos empezado cuando nos damos cuenta de que la actitud no es como otros días, estamos un poco desganadas y el calor de Sevilla no es que vaya a nuestro favor.

De todas formas sabemos que todo es empezar, así que a darle a los pedales. La cosa no mejora, subir cuestas nos cuesta horrores, nos cruzamos con varios ciclistas y algún que otro andarín por el camino. Paramos en el puente para que Ana, que está de guardia mire si ha pasado algo... se ha caído algo y ha de volver a casa a arreglarlo. En otras condiciones yo habría seguido adelante unos kms más, pero hoy no estoy y veo el cielo abierto así que emprendemos la vuelta.

Ya estamos a un par de kms del inicio del camino cuando veo a un par de chavales con sus bicis sentados en la cuneta, paramos para ver si les pasa algo. Van vestidos de calle y no llevan nada de líquido. Les ofrecemos agua, que uno de ellos acepta encantado aunque tienen pinta de estar agotados y tampoco es que beba mucha, la verdad. Después de decirles que para la próxima tengan cuidado con el tema del agua, terminamos de subir la cuestecilla y nos encontramos al andarín que nos hemos cruzado unos kms atrás cuando el ya iba de vuelta. Lo saludamos y oigo que dice: Buenas! os habéis dado la vuelta pronto, no?, Tócate los coj... el día que vamos de puta madre nadie dice nada, y mira tu por donde hoy nos han comentado la jugada. En fin, habrá que buscar un bar para ahogar las penas en isotónico :D

Voy a la barra a pedir y Ana espera echándoles un ojo a las bicis, justo cuando llego con las bebidas anda pegándole un trago a la botella de agua que llevaba en la bici... se echa a reir, ahora todo tiene sentido... claro que el chavalín de las bicis no ha bebido más que un sorbo, el agua está ardiendo!!... pobre.

Las bebidas nos reponen enseguida y nos echamos unas risas comentando lo del chaval del agua y el andarín, pero estamos hechas polvo, al menos yo y hoy no tenemos excusas de ningún tipo, pq yo no he podido coger la bici en toda la semana para ir al curro pero correr he seguido corriendo y sin problemas, así que no puedo achacarlo a las pastillas. Puede que fuera que no dormí las 3 horas de siesta que estoy necesitando últimamente para ser persona... :P jejeje

En total 9,3 kms en 50' y algunas risas... otro día será mejor.


2 comentarios:

Ana dijo...

El peor día con diferencia desde que salimos con las bicis, fue horrible esa calor junto con la humedad... yo no he sudado mas en mi vida!!!

Loleta dijo...

Quizás si eso nos pasa corriendo, no lo hubiéramos pasado tan mal pq estamos más acostumbradas pero con las bicis.... maaaama que ratico echamos... :D