

Ya íbamos en pleno bosque y a veces cruzábamos zonas de carretera pero sólo para acceder a otra zona de bosque. Es difícil acordarse qué pasó en cada kilómetro de la carrera, de hecho tengo los paisajes también algo difusos. Recuerdo subidas, bajadas, hojas en el suelo, árboles muy altos y gente alrededor. No iba mal, en la mochila más peso, aunque ciertamente eso era lo de menos, el caso es que no terminaba de ir cómoda. Las cuestas eran bastante pronunciadas en esa parte y cuando las veía me echaba a reir porque todo el mundo resoplaba jajajaja era gracioso. Al menos se veían de principio a fin y uno podía dosificar el esfuerzo.

La cabeza me estaba jugando una mala pasada... y si corría demasiado y me quedaba sin fuerzas? y si estaba así ahora... cómo iba a estar cuando vinieran los kilómetros en los que llevas ya nosecuantas horas corriendo?
Algo interrumpió mis tribulaciones. Por el kilómetro 35 no aguantó más y se puso a llover... aquí si que me dio la risa floja. Sólo esperaba que no lloviera demasiado y que la mochila aguantara el tirón y no se mojara lo que había dentro, pero claro, eran muchas cosas las que esperaba, a ver que ocurría al final. Lo único que llevaba en bolsa estanca era el móvil, el DNI y el dinero, el resto de cosas (como no iba a llover) las llevaba tal cual, y las bolsas estancas en el apartamento. De poco valían más lamentaciones así que a otra cosa mariposa!!
Como poseida por la rabía que me estaba dando la situación en general me concentré en correr, no para llegar a ningún sitio en especial, sino para salir del alcance de la nube que tenía encima. Así que, lejos de incomodarme la lluvia me vino genial. Empecé a tirar, y a no dejar correr. Ya no andaba, sólo corría. Adelanté a unos cuantos y con otros iba haciendo el elástico. A estas alturas de la película ya estaba oficialmente empapada. No iba pendiente de Natalie y en algún momento la perdí, seguro que no estaba muy lejos. Lo peor es que había perdido cualquier referencia kilométrica, ya que allí nadie parecía saber en qué kilómetro estábamos y el que lo sabía no hablaba inglés ni español.
De pronto empezamos a ver edificios, era el observatorio de Meudon que yo conocía por fotos que había visto en internet de otras ediciones. Había dejado de llover hacía ya un rato y tenía pinta de que la cosa aguantaría así. No llevaba frío y no notaba la humedad por lo que me cambiaría si era necesario en el 2º avituallamiento. Serían más o menos las 19h y la luz amenazaba con irse pronto. Por primera vez la vi, allí estaba a lo lejos, la Torre Eiffel y yo me sentía genial a esas alturas de la carrera ;) Sabía que al 2º control no le quedaba mucho tiempo por aparecer y yo suponía que a unos 2 o 3 kilómetros.
El camino estaba balizado con cintas reflectantes que colgaban de árboles porque todo estaba a oscuras, sólo se sentía oscuridad y amplitud. Y de vez en cuando una serpentina de luces a lo lejos que se iban acercando. Había gente que ya sólo andaba y yo, ante todo pronóstico seguía corriendo. De noche una de las cosas que más me sorprendió es que se pierde la perspectiva, me costaba saber sobre todo si iba cuesta arriba, así que seguía corriendo, y sólo cuando estaba en mitad de la cuesta me daba cuenta y me ponía a andar. No podía malgastar fuerzas, a partir de ahí comenzaba la carrera y a partir del kilómetro 56 todo iba a ser nuevo para mi. De pronto empecé a escuchar música y jaleo, segundo avituallamiento a la vista!!!! y lo mejor, por los pelos pero había entrado. Ahora en el cartel aparecía '53 km', no entendía nada, pero, bienvenidos eran esos 3 kilómetros más :D
En esta segunda parte me había 'comido' los minutos que llevaba de colchón, las 5 horas que daban para ese tramo y parte del cuarto de hora extra que se podía estar en el avituallamiento. Eran las 20:35 cuando entré, había tardado 05:31:51 con unas pulsaciones de 152ppm de media y 178ppm de máxima. Iba en la Posición 1643.
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